Los comedones abiertos y cerrados son poros de la piel que al estar abiertos se convierten en puntos negros , pero que cuando se encuentran bloqueados, se transforman en puntos blancos.
Este tipo de comedones no responden a una enfermedad subyacente, debido a que se pueden dar por diferentes causas tanto externas o internas, donde los folículos pilosos están llenos de grasa, células muertas o bacterias.
Los comedones se clasifican como poros obstruidos que dan como resultado espinillas o puntos negros , este tipo de proceso de la piel se puede observar en los adolescentes, ya que están en una etapa en la que existe un aumento de los niveles de hormonas, habiendo mayor producción de aceite.
Cuando los comedones abiertos y cerrados comienzan a dar sus primeras manifestaciones, es primordial adoptar un tratamiento adecuado con la intención de evitar la acumulación de aceites en el folículo piloso, previniendo así una tendencia acneica grave.
Los comedones abiertos y cerrados se pueden ver como pequeñas protuberancias blancas, oscuras o de color carne, encargándose de otorgar a la piel una textura áspera; dependiendo del tipo de comedón, las características van a variar en la dermis.
Los comedones abiertos son lesiones en forma de puntos negros cuya causa es la acumulación de sebo, piel grasa y poros dilatados, es decir, un comedón abierto funciona como un tapón que se oxida al contacto con el aire, volviéndose negro.
Este tipo de tendencia acneica aparece por la contaminación de agentes ambientales, ocasionando que la melanina se ocupe de oscurecer el punto en la piel; los productos de uso tópico que contengan grasas deben evitarse para prevenir la aparición de los comedones abiertos.
A diferencia de los comedones abiertos, los comedones cerrados son microquistes y una acumulación de células muertas que, al no encontrar salida, quedan atrapadas en los poros de la piel.
Los comedones cerrados son capaces de evolucionar y de romperse con el fin de extender su contenido hacia el exterior o el interior de la piel, llegando a causar inflamación.
La mejor manera de deshacerse de los comedones abiertos y cerrados es acudiendo con un profesional de la piel con la finalidad de realizar un análisis y, en torno a eso, tratarlos con productos que vayan acorde al tipo de piel.
En caso de no tratarlos, se puede crear una infección, por eso es preciso tener una rutina de cuidados específicos para no provocar cicatrices o alergias por tratamientos inadecuados.
Cuando la piel comienza a tener comedones abiertos y cerrados, es fundamental adoptar una rutina de cuidado y seguir algunos consejos con el fin de no agravar la situación: