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Hiperhidrosis ¡Cuando el sudor se vuelve un problema!

¿Alzar los brazos o saludar de mano se ha vuelto algo muy incómodo debido al exceso de sudor? La hiperhidrosis es más común de lo que piensas, hombres y mujeres la pueden padecer y lo mejor es que existen diversos tratamientos que te pueden ayudar a controlar este incómodo y vergonzoso problema.

¿Qué es la hiperhidrosis o sudoración excesiva?

Se le conoce como hiperhidrosis a la sudoración excesiva que no se relaciona propiamente con el ejercicio físico o el calor. Se trata de una condición en la que el cuerpo segrega una mayor cantidad de sudor en las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas y las ingles.

Esta afección dermatológica afecta a hombres y mujeres por igual, se estima que el 3% de la población la padece. Pero para ahondar en el tema, primero debemos entender cómo se lleva a cabo la sudoración.

El ejercicio físico intenso, el sobrepeso, las situaciones estresantes, las altas temperaturas ambientales o incluso, el comer alimentos picantes pueden incrementar la producción de sudor debido a que el sistema nervioso se activa cuando percibe una mayor temperatura corporal y las glándulas sudoríparas comienzan a trabajar.

A ese proceso se le llama transpiración y es parte de las funciones vitales que realiza el cuerpo humano para regular su temperatura. Por medio de este mecanismo, las glándulas sudoríparas segregan sudor, el cual es expulsado a través de los poros de la piel y con ello se logra la recuperación de la temperatura corporal.

Además de dicha función, este líquido corporal ayuda a eliminar toxinas y contribuye con la formación del pH ácido de la capa córnea de la piel que actúa como una barrera protectora contra gérmenes y bacterias que la puedan dañar. El fluido se compone de agua con pequeñas cantidades de minerales, urea y ácido láctico.

La sudoración puede manifestarse en toda la superficie de la piel, principalmente en axilas, pies, manos y en ocasiones en la cara. En la mayoría de los casos, esta transpiración se presenta de manera natural, pero cuando las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivas, se habla de hiperhidrosis.

Síntomas de la hiperhidrosis

La sudoración excesiva se puede presentar de manera repentina, aún cuando el cuerpo está en reposo, lo cual puede ser evidente en la ropa o incluso, en algunos casos el sudor puede llegar a gotear por las manos. Esto la convierte en una afección física y emocional al provocar ansiedad y vergüenza.

Algunos otros signos que ayudan reconocer cuando la sudoración es mayor que la habitual son:

  • Mal olor (bromhidrosis)
  • Sudoración que afecta la vida cotidiana.
  • Sudoraciones nocturnas sin razón aparente.
  • Infecciones relacionadas por el exceso de sudor.

Tipos de hiperhidrosis

Se pueden distinguir diferentes tipos de hiperhidrosis:

Localizada o primaria

Este tipo de hiperhidrosis es causada por los nervios que envían señales a las glándulas sudoríparas y se vuelven hiperactivas sin tener algún motivo por el cual la temperatura corporal puede aumentar, por ejemplo, la actividad física. En situaciones de estrés o nerviosismo, la sudoración incrementa aún más.

Se presenta de manera focal, afectando las axilas, las palmas de las manos, las plantas de los pies y el área cráneo-facial. Se desconoce la causa precisa de esta sudoración excesiva.

Axilar

El 60% de los casos de hiperhidrosis son de tipo axilar. Es provocada por la hiperactividad de las glándulas sudoríparas de esa zona, el sudor se manifiesta en las prendas de vestir al dejar una sombra notoria que genera incomodidad a quienes la padecen y los motiva a cambiarse de ropa varias veces al día.

En manos (Palmar)

Esta sudoración es similar a la anterior, ya que según la zona afectada se puede distinguir el tipo de hiperhidrosis (facial, axilar, plantar). Puede asociarse a la sudoración facial.

Generalizada o secundaria

Afecta a todo el cuerpo, sin predominar en alguna zona específica. A diferencia de la hiperhidrosis primaria, las causas desencadenantes de esta son otras enfermedades como la diabetes, el hipertiroidismo, algunos tumores, entre otros.

Principales causas de la sudoración excesiva

Aunque se desconoce la causa específica que provoca la hiperhidrosis, podemos clasificarla de acuerdo con dos tipos de factores:

Factores externos

  • Dentro de las causas más simples de sudoración se encuentran el ejercicio, las altas temperaturas ambientales, el consumo de alimentos picantes y la ansiedad.
  • La sudoración excesiva también se puede presentar por el uso de algunos fármacos como antidepresivos, medicamentos hormonales o anti inflamatorios.

Factores internos

  • En el caso de las mujeres, el comienzo de la menopausia es una causa de este tipo de sudoración debido a que se manifiesta previamente a las irregularidades menstruales y por lo general, persiste tras la pérdida total del ciclo menstrual.
  • En algunos casos, la hiperhidrosis es síntoma de otros padecimientos más importantes. Se relaciona con enfermedades endocrinológicas (hipertiroidismo, hipoglucemia), neurológicas (Parkinson) e infecciones (paludismo, tuberculosis).

Tratamientos para la hiperhidrosis

Muchas personas pasan por desapercibida esta afección, ya que consideran “normal” este tipo de sudoración excesiva. Sin embargo, cuando es más frecuente y en mayor cantidad, lo mejor es acudir con un dermatólogo para recibir un diagnóstico correcto, basado en la historia clínica y en la exploración física.

Dentro de las pruebas se pueden aplicar sustancias para que el sudor sea visible y si lo considera necesario, el especialista solicitará la realización de pruebas de sangre y hormonales para detectar o descartar algún otro padecimiento. Con base en lo anterior, será posible determinar el tratamiento más adecuado para cada caso.
 

Entre los principales tratamientos se encuentran:

Antitranspirantes

La hiperhidrosis en axilas, palmas de las manos y plantas de los pies se puede controlar por medio del uso antitranspirantes que pueden variar su presentación dependiendo de la zona en la que se pretenda utilizar.

Sus principales componentes son las sales minerales (cloruro de aluminio), las cuales disminuyen la sudoración excesiva. Se deben aplicar durante la noche sobre la zona afectada y el tiempo que indique el dermatólogo, ya que el abuso de estos productos puede causar irritación en la piel.

Iontoforesis

Para este tratamiento se usa un dispositivo que transmite corriente eléctrica a la piel cuando la zona a tratar se sumerge en una solución acuosa. En este procedimiento las partículas minerales y la corriente eléctrica trabajan en conjunto con el agua para comprimir la capa externa de la piel.

A través de la iontoforesis las proteínas superficiales de la piel se coagulan y se bloquean de manera parcial los conductos sudoríparos. Para algunas personas, este tratamiento resulta un tanto agresivo.

Toxina botulínica (Botox)

En este tratamiento se aplican inyecciones de toxina botulínica (botox) para bloquear de manera temporal los nervios que causan la sudoración, se puede aplicar en manos, pies y axilas y el número de inyecciones podrá variar dependiendo el caso.

Se realiza de forma ambulatoria, puede llegar a ser doloroso, pero la mayoría de las personas con hiperhidrosis están satisfechos con su efectividad. Su efecto suele durar hasta 12 meses.

Medicamentos orales

Algunos medicamentos pueden ayudar a inhibir la función de las glándulas sudoríparas e incluso si se administran antidepresivos pueden reducir la ansiedad que provoca esta afección. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios y no son aptos para todas las personas con hiperhidrosis.

Simpatectomía Torácica Endoscópica

Se trata de un procedimiento quirúrgico poco invasivo que se recomienda en casos graves o si alguno de los demás tratamientos no ha tenido efectividad. El tratamiento consiste en cortar los nervios que estimulan la secreción de sudor hasta obtener posibles resultados definitivos, pero puede provocar una sudoración excesiva en otras partes del cuerpo (sudoración compensatoria).

Extracción de glándulas sudoríparas

Si sólo se tiene hiperhidrosis en las axilas, este tratamiento puede ser funcional. Consiste en realizar una cirugía para extraer las glándulas sudoríparas para inhibir por completo la secreción de sudor. Lo más recomendable es probar otros tratamientos y en caso de no obtener resultados, este puede ser una buena opción.

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