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Tipos de ácido hialurónico

Existen dos tipos de ácido hialurónico y se pueden diferenciar por su composición molecular: reticulado y no reticulado. Estas moléculas se unen entre sí creando una estructura en forma de malla. Cuanto más reticulado es el ácido, más durabilidad tiene.

Ácido Hialurónico Reticulado

Actúa de manera más profunda, tiene alta densidad molecular permitiendo que los efectos perduren por más tiempo. Se aplica por medio de inyección, utilizado habitualmente para dar más volumen, rellenar arrugas profundas o medianas y perfilando distintas zonas del rostro. El ácido hialurónico reticulado tiene efectos muy positivos y naturales cuando está bien aplicado. Es muy importante que un profesional de la salud estética realice una valoración evaluando el tipo de piel, la zona a tratar y el resultado que el paciente desea conseguir para recomendarle el tratamiento más adecuado.

Ácido hialurónico no reticulado

Es su estado natural (sin reticular), es decir, su moléculas no se unen y circulan libremente actuando de forma superficial para hidratar y dar elasticidad a la piel. Este tipo de ácido se puede incorporar en cremas y productos estéticos, además se puede combinar con otras sustancias como colágeno y vitaminas para hidratar de forma más efectiva la piel.

¿Tiene efectos secundarios el uso del ácido hialurónico?

El ácido hialurónico en cremas una sustancia muy segura debido a que nuestro cuerpo lo produce de forma natural y el rechazo por parte de los pacientes es muy poco frecuente. Estudios recientes confirman que sólo entre el tres y cinco por ciento de las personas presentan algún tipo de alergia o reacción. Todos los tratamientos deben hacerse bajo la supervisión de profesionales de la salud estética y con productos que cumplan con todas las normativas. A pesar de lo seguro que es el ácido hialurónico y de los buenos resultados que ofrece, existen efectos secundarios que pueden aparecer cuando es inyectado, los cuales son:

  • Sensibilidad en el lugar donde se aplicó y aparición de hematomas (moretones).
  • Dolor y molestias.
  • Irritación y enrojecimiento de la piel.
  • Necrosis (muerte del tejido) en el sitio de aplicación.

En la mayoría de los casos estos efectos suelen desaparecer en un corto periodo que va entre 24 y 48 horas después de que se aplicó el tratamiento. Por ello, es importante prestar atención a cualquier tipo de reacción que genere el ácido hialurónico. No se debe usar en caso de que el paciente presente algún tipo de alergia, infección, personas embarazadas y durante la lactancia.

Uso clínico del ácido hialurónico

Los distintos beneficios del ácido hialurónico han abierto un campo cada vez más amplio de aplicaciones en el tratamiento de diferentes patologías, por ejemplo, en el uso en enfermedades degenerativas de articulaciones con la finalidad de reducir el dolor y regenerar el cartílago. También se puede utilizar para sustituir el líquido sinovial que se pierde en la realización de artroscopias (un procedimiento para diagnosticar y tratar problemas en las articulaciones). Su uso más frecuente es en deportistas y se aplica para recuperar con rapidez las lesiones en articulaciones. En la odontología tiene un uso muy frecuente ya que ayuda a mejorar la cicatrización y a regenerar las encías y mucosa gracias a sus propiedades de regeneración celular. Es muy útil su uso en cirugía bucal ya que disminuye la inflamación acelerando el proceso de cicatrización y a su vez, disminuye el riesgo de infección.

Uso cosmético y estético del ácido hialurónico

Con el paso de los años todas las personas perdemos la capacidad de sintetizar el ácido hialurónico de forma natural. Esto se traduce en una reducción de un 50 por ciento de esta sustancia al cumplir 50 años. Es por eso que se puede aplicar de forma exógena para lucir una piel más hidratada, tersa, luminosa y joven. La función del ácido hialurónico en los tratamientos de rejuvenecimiento médico-estético va desde dar volumen o corregir ciertas zonas como labios y nariz, rellenar arrugas y refrescar la piel, dándole una apariencia más joven. Por todas las propiedades que tiene, especialmente en la disminución de líneas de expresión y estimular la producción de colágeno, se suele utilizar en cosmética para lograr ese efecto rejuvenecedor.

Otros usos del ácido hialurónico

El uso del ácido hialurónico además de clínico y estético se ha extendido a otras áreas como rehabilitación, veterinaria, rejuvenecimiento íntimo y tratamiento para sanar el cuero cabelludo . Una de sus aplicaciones en ginecología es como hidratante para reemplazar las secreciones vaginales, esto mejora la resequedad y favorece relaciones sexuales volviendolas más placenteras. El ácido hialurónico es una sustancia con mucha demanda gracias a sus múltiples beneficios clínicos y estéticos, además de tener una buena aceptación por ser una sustancia que se produce de manera natural en nuestro organismo.