Cabello seco ¿A qué se debe?
El cabello, al igual que la piel, puede reflejar el estado de salud, por eso es recomendable prestar atención a las señales que aparecen cuando el pelo comienza a dañarse: caída de cabello, quiebre, un color opaco o seco al tacto.
En este último caso, hay diversos factores que influyen en la deshidratación del cabello, como fumar o consumir ciertos medicamentos, por eso es indispensable identificar la causa del cabello seco.
La estructura del cabello es la base sobre la cual recae su salud, o en su defecto, los daños. Esta anatomía capilar es vital para entender qué necesita cuando el cabello ya presenta problemas, entre ellos, la resequedad.
Esta estructura filamentosa está implantada en una cavidad de la epidermis denominada folículo piloso. Cada uno de los pelos se encuentra en una raíz ubicada en un folículo piloso y en un tallo que se proyecta hacia arriba por encima de la superficie de la epidermis.
Las dos partes en que las se divide el pelo cuentan con características muy distintivas y son las siguientes:
- Raíz. Es donde se produce la actividad metabólica, esta parte termina en un bulbo con un hueco central donde se aloja la papila dérmica, encargada de alimentar o nutrir el cabello.
- Tallo. Se considera como la parte principal del pelo, está formada por tres elementos, el primero es la médula, ubicada en la parte central y compuesta por células poco pigmentadas; la corteza, es la encargada de darle sus propiedades mecánicas al pelo, y finalmente la cutícula, una parte esencial
En el caso del cabello seco, una de sus causas se encuentra precisamente relacionada con la cutícula. Cuando hay un debilitamiento en la composición de las moléculas de queratina, presentes en el tallo piloso, provoca que las escamas que protegen la cutícula impidan el paso natural del sebo hasta las puntas.
Generalmente es fácil distinguir un pelo seco porque es propenso a tener las puntas abiertas y es áspero, esto es una consecuencia del desequilibrio que hay en las glándulas sebáceas, lo que deriva en una mala lubricación de la fibra capilar.
Además de estas causas fisiológicas, existen otros factores que contribuyen a la aparición de la sequedad capilar, entre los cuales se encuentran las condiciones ambientales, ya que las partículas contaminantes llegan al cabello, dañando las escamas protectoras que tiene el cuero cabelludo, dándole una apariencia opaca, quebradiza y con las puntas abiertas.
Los factores mecánicos y químicos también intervienen en la resequedad del cabello, nos referimos al uso de aparatos para alisarlo, secarlo con calor u ondularlo; aunque es común el uso de secadoras, planchas y cepillos térmicos, su calor deteriora la queratina, una proteína que resiste altas temperaturas en seco, pero su exposición continua a estos objetos la daña.
En condiciones normales un cabello seco soporta hasta 140º, pero hay aparatos para peinarlo que alcanzan los 200º, es ahí cuando la queratina no resiste el daño y es fácil de notar porque el pelo se hace frágil y comienza a perder brillo.
Dentro de los factores químicos están los tintes y los decolorantes, los cuales afectan su equilibrio natural al quitarle brillo y fuerza debido a que la capa protectora de grasa capilar ya no es capaz de protegerlo y el daño comienza a ser notorio.
Ante esta situación, lo más común es buscar un tratamiento para cabello seco que actúe contra todos estos daños, ya que el pelo es parte importante de la imagen personal y también necesita cuidados específicos que mantengan su salud.